Lo aprendí, como tal, como mantra, en el módulo de la especialidad de Child Play Yoga; aparentemente, MamaDass, nos lo enseñó para esas ocasiones en las que no conseguimos que un niño/una niña nos haga caso, o no hace algo como nosotros/as queremos que lo haga...
Inmediatamente, mis compis y yo nos dimos cuenta de que ese mantra sirve para adultos/as y niños/as '¡¡¡es fabuloso!!! ¡¡¡Aplicable a cualquier situación!!!
Y esto es lo que me ha pasado para tener que acordarme de él:
He ido al local a dar clase y no había gente y con una sonrisa, no, a carcajadas, he dicho: "¿y qué?"
A continuación he tenido un paseo maravilloso, tiempo para ir a la óptica, el metro ha llegado bien y luego con el coche he encontrado aparcamiento en la puerta de casa. Y he subido con una sonrisa, liviana, feliz y con ganas de hacer cosas.
¿Qué habría sido lo normal?
"Pues menuda mierda, si lo llego a saber no vengo, anda que ya les vale, me podrían haber escrito de otra manera..." Y con ello mi mente negativa habría seguido inflando e inflando mi frustración, mi ira, mi enfado, mis ganas de hacer algo se disolverían y a mi hígado le costaría, cada vez más, filtrar, relajarse...(con la paliza que le estoy dando estos días...)
¿Qué pasa con el mantra ¿y qué?? Que inmediatamente se asume la responsabilidad de lo que tiene que ocurrir después. Se es consciente de que se podría haber hecho mejor, YO, porque de la persona que emite un mensaje depende comunicarse bien y hacerse entender, e inmediatamente, en lugar de ver problemas, se ven soluciones, sale la mente neutral al cambo de batalla y se gana el terreno en cualquiera de las áreas.
Así que ya sabes, la próxima vez que te duermas ¿y qué?, que llegues tarde ¿y qué?, que no te apetezca ver a alguien ¿y qué? que no quieras trabajar ¿y qué?...desde tu responsabilidad, siempre desde tu responsabilidad, porque eso conllevara inmediatamente un acto de bondad por tu parte, y el universo, no me creas experiméntalo, se pondra de tu parte :-)