Desde 2007, he abrazado la potente disciplina del Kundalini Yoga. Son dieciocho años de una relación intensa, con momentos de profunda conexión y otros de necesaria pausa. El Kundalini te sacude, te transforma, y aunque esa energía no siempre es la que elijo para cada etapa de mi vida, la esencia de sus pranayamas, mantras y meditaciones siempre ha permanecido conmigo. Estas prácticas se han entrelazado armoniosamente con la serenidad de otros estilos como el Hatha, Yin Yoga e incluso restaurativo.
Mi relación con el Yoga Nidra comenzó con coqueteos; era el refugio anhelado en cada retiro, la promesa de un descanso profundo. Sin embargo, confieso que mi mayor desafío era mantenerme despierta. Todo cambió hace un año y medio, en un retiro de gong con mi amigo y maestro Azad, allí, conocí a Merche, y mi compañera de habitación: Vanesa, una desconocida hasta ese momento. Ella me hizo una pregunta que resonó en lo más profundo de mi ser: "¿No haces Yoga Nidra? Tu voz tiene un servicio que ofrecer a través de esta práctica".
Esa sugerencia no era nueva. Desde hacía tiempo, la idea de guiar meditaciones había rondado en mi mente, impulsada por los constantes agradecimientos de mis alumnos por mis relajaciones. Ese comentario fue la chispa que encendió la llama.
Animada por esta revelación, el verano pasado decidí dar un paso audaz: crear un perfil en Spotify para grabar audios de relajación y matricularme en la formación de Purna Yoga Nidra (PYN) con Gobinde en Valencia.
Nueve meses de práctica continuada con esta disciplina han transformado mi vida y han despertado un deseo incontrolable de compartir sus bondades. La creatividad, la profunda relajación física y una calma mental inquebrantable son los regalos que el Purna Yoga Nidra ha sembrado en mí.
Ahora, mi propósito es guiarte en este viaje hacia tu propio oasis interior, uniendo todo lo que sé y practico de ambas disciplinas: KY + PYN
¿Estás listo para experimentar esta profunda transformación?